Mayo 23

 

El cometa Halley nos visitó en el 86 dejando una estela de garbanzos por el espacio para saber por dónde tiene que volver cada 75 años. Estos días nuestro planeta atravesará ese reguero, y cuando esas legumbres entren en contacto con nuestra atmósfera podremos ver cómo se cocinan en forma de estrellas fugaces. Es la lluvia de estrellas de las Eta Acuáridas y alrededor del 6 de mayo son las mejores noches para saborearlas, aunque tendremos una luna llena esplendorosa que no nos lo pondrá fácil. Pachín, pachín, pachín, mucho cuidado con lo que veis....

Venus es visible al anochecer, muy brillante.

Si tienes un buen cielo, oscuro y sin luna, podrás ver el cúmulo del Pesebre y con prismáticos otros, como M35 a los pies de Gemini, o M37 en Auriga. Son estrellas hermanas, ya adolescentes. Les gusta salir de noche. Puedes intentar encontrar también los cúmulos globulares M3 y M13. Son apelotonamientos de estrellas que giran alrededor de nuestra galaxia. Las verás como estrellas gordas desenfocadas.

Y si tienes la suerte de tener prismáticos potentes con trípode (15x70 ó 20x80) o un telescopio pequeño ya puedes buscar unas cuantas galaxias como la del remolino (M51), o las de Bode (M81 y M82).

Y ya empieza a levantar por el este la constelación de la Lira. Trata de encontrar allí un diminuto anillo, M57. Es una nebulosa planetaria, la envoltura gaseosa que expulsa una estrella al terminar su vida. El último estertor de una estrella moribunda. Un empacho, no de garbanzos sino de helio...

No te pierdas la entrada de las imágenes de mayo para verlas al telescopio en tomas de larga exposición.